verdades que se susurran, mentiras en alta voz y otras comunicaciones necesarias

Saturday, April 19, 2008

El exiliado

Uno cree que huyendo de lo que no le pertenece se hará un nuevo mundo para construiir y estar rodeado de lo que decide va a pertenecer. Y está en lo cierto. Sólo que nadie se queda sin pasado, de ese pasado venimos, y a él seguimos perteneciendo. Pasan los años y la referencia persiste. Se convierte en extrañamiento. Entonces sobreviene la trampa, la idea del regreso o de una nueva huida. Dejar de nuevo en el pasado al presente, volver a convertirse en exiliado. En uno nuevo y repotenciado...

Es una puerta ésta que una vez que se cruza, desaparece. No tiene, más que como una ilusión, parte de atrás. Sólo se puede entrar. No hay regreso.